De las decenas de festivales que hay en España, tantos que hay quien los
asocia a una burbuja, hubo uno que destacó por méritos propios, claro
¿qué vamos a decir nosotros, no? Cierto, no somos objetivos, pero sí
podemos poner números calentitos encima de la mesa, Riverland se estrenó
en agosto de 2019 con un lleno, 20.000 seres humanos disfrutaron de la
vera de Sella y de una experiencia cercana al formato Coachella con un
cartel que mezclaba música urbana, pop, rock y alguna extraña mezcla de
todo ello junto. Había hasta una capilla hinchable. Y un globo. Y una
noria. Si todo esto no es motivo para hacer un documental que recorra lo
ocurrido desde la génesis hasta la explosión controlada y colorista del
Riverland entonces ¿qué lo es? Pasen y ven, pasen y sean otr@ river
más.
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