El cantante congregó a un millar de personas
en el Milán en un concierto sin amplificación en el que llamó a cambiar
el mundo con la música
''Tengo la idea loca de que la música puede con todo. Quien piense otra cosa este no es el sitio".
David Martínez, Rayden para el público, llegó ayer caminando como si
tal cosa al Milán a las seis de la tarde junto al guitarrista Héctor
García, desde la calle Melquiades Cabal. Nadie diría que estaba a punto
de dar un concierto. Vestido informal, de vaqueros, camiseta, cazadora
negra y gafas de sol, sólo cargaba con una botella de agua. Al subir la
escalinata de acceso al patio entre el edificio administrativo y el
aulario del campus universitario, le recibió una ovación. Cerca de un millar de personas le esperaba y algunas desde hacía más de una hora. El cantante subrayó el poder de la música y llamó a pasárselo bien pacíficamente:
"Ni un altercado, ni una lata, ni una colilla. Vamos a dar una lección
de 'talantería'. Cuando digan que causamos destrozos o cosas, que vean
que tenemos más educación".
La suya fue una de las actuaciones más esperadas de San Mateo sin formar parte oficial del cartel de las fiestas.
El nuevo gobierno local formado por el PP y Ciudadanos prescindió de
los conciertos que habían previsto sus antecesores, entre ellos el de
Rayden, que finalmente optó por desafiar al Ayuntamiento consiguiendo
que la Universidad le dejase cantar en sus instalaciones. Lo hizo sin amplificación. Sólo con su voz y la guitarra acompañante.
Durante una hora de reloj deleitó a su público, la mayoría fieles
seguidores, con algunos de sus temas más conocidos ("Pozo de los
deseos", "Pólvora mojada" o "Habla bajito") e incluso versiones de temas
de otros artistas, como "Corazón espinado", de Santana, o "En la casa
de Inés", de Guaraná. Especialmente celebrada y coreada por todos fue la
canción "Habla bajito", que se convirtió casi en un diálogo entre el
público y el cantante.
Rayden
fue cariñoso y cercano con uno de sus mayores fans, Jaime Castro, un
chico de 19 años que sufrió un terrible accidente hace cuatro años en
Ujo al tocar accidentalmente la catenaria de la red ferroviaria.
Su padre Jaime, su logopeda Luis Román y David Pereira, amigo y antiguo
compañero de instituto, permanecieron a su lado en todo momento a tan
sólo unos metros del cantante, que quiso que Jaime, en silla de ruedas,
no se perdiera ni un detalle. Los concejales socialistas Diego Valiño y
Lucía Falcón asistieron al concierto apoyados en una de las fachadas del
Milán. Y también estuvo allí la portavoz y edil de Somos, Ana Taboada, que declaró su admiración por Rayden "un cantante que ha dado la cara por los 21 artistas que quedaron fuera del cartel".
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